Acies Ordinata, agrupación internacional que reúne a los más destacados movimientos y portales de internet fieles a la Tradición, ha dirigido una invocación contra los espíritus malignos de la Amazonía ante el castillo Sant’Angelo de Roma. Entre los aproximadamente 200 católicos que se han congregado en silencio mirando hacia la basílica de San Pedro se encontraba presentes John Henry Westen, director de LifeSiteNews (Canadá), Michael Matt, director de The Remnant (Estados Unidos), Michael Voris, director de Church Militant (Estados Unidos), John Smeaton, presidente de la Society for the Protection of Unborn Children (Reino Unido), Jean Pierre Maugendre, director del movimiento Renaissance Catholique (Francia), Roberto de Mattei, presidente de la Fundación Lepanto, y José Antonio Ureta y Juan Miguel Montes, en representación de las asociaciones Tradición, Familia y Propriedad (TFP) de Francia y de Italia. La manifestación concluyó con el canto del Credo.
Los organizadores distribuyeron un volante con el siguiente texto:
Invocación a los ángeles
Señor, congrega nos de nationibus (Salmo 105, 47)
Nos hemos reunido católicos procedentes de diversas naciones para pedir antes que nada al Señor que congregue a todos los que combaten por la buena causa con miras a formar un ejército unido en armas contra los enemigos de Dios y de la Iglesia.
Formados en filas en esta plaza, nos proponemos ofrecer una expresión simbólica de nuestra voluntad de resistir y no dar un paso atrás en la lucha en defensa de la Fe. Pero este encuentro trasciende los límites de espacio y de tiempo y tiene por objeto reunir a todos los hijos de la Iglesia militante que se nos unan en espíritu y en oración.
Los enemigos se han infiltrado en la ciudadela y adoran los ídolos, incluso dentro del mismo Santuario, «ubi sedes beatissimi Petri et Cathedra veritatis ad lucem gentium constituta est»(Exorcismo de León XIII). A los pies del castillo Sant’Angelo, la fortaleza que tantas veces ha defendido al Papado a lo largo de la historia, invocamos la ayuda de los ángeles, y sobre todo de San Miguel, príncipe de los ejércitos celestiales, para que protejan a los defensores de la Iglesia y de la civilización cristiana y dispersen a sus enemigos.
En el campo de batalla reina la confusión, que es el humo de Satanás. Para derrotar a las fuerzas del caos es necesaria la pureza de doctrina, la claridad en la expresión, la firmeza del ejemplo y la concordancia entre la voluntad y el obrar, porque, como enseña San Pablo, «si la trompeta diera un sonido confuso ¿quién se prepararía para la batalla?» (1 Cor.14,8).
Para hacerlo posible, rogamos a Nuestra Señora, Reina de los Ángeles, que haga de nosotros a imagen de Ella, hoy y siempre, una acies ordinata (Cantar de los cantares 6,3; 6,9), un ejército dispuesto para el combate, con la tranquilidad que nace de la paz de Cristo que tenemos en el corazón y queremos propagar al mundo entero.
Roma, 28 de septiembre de 2019
Vigilia de la Fiesta de San Miguel Arcángel